Vamos retrocediendo a pasos agigantados en muchos aspectos sociopolíticos en el mundo, como nunca habíamos experimentado antes.
Vuelvo a referirme al fenómeno de las masas humanas descontroladas, cada vez más crecidas, que vienen ocupando con toda impunidad calles, plazas y parques de medio mundo.
Ya expresé en la anterior redacción mis sospechas de que, tras el tumulto insumiso que constituyen los denominados “Indignados”, se oculta otra marabunta de nihilistas y agitadores y descerebrados, que solo pretenden reventarlo todo porque, en la mayoría de los casos, nada tienen que perder los susodichos y, si además, se pasan por la entrepierna la Justicia, dada la inacción a que está abocada la misma, al carecer del necesario soporte político que facilite la delación y articule la detención de esos bándalos deleznables y aplicarle la ley que corresponde en estos casos.
Un nutrido grupo de estos últimos fueron quienes vejaron al alcalde de Madrid y a su esposa, enferma entonces a la sazón, asaltando la puerta de su casa, desposeyéndoles de una parte importante de su intimidad, en lugar de accionar los mecanismos pertinentes para formular las denuncias que ellos consideren oportunas en la reivindicación que usaron como pretexto para llevar a cabo esas maldades.
Al socaire de estas alevosas actuaciones crecen otras de mayor calado y peligrosidad, -las cuales son del todo intolerables- como el inédito acontecimiento ocurrido en Francia con la ex dirigente Batasuna Aurore Martín (32 años), quien impulsada, sin duda, por la impunidad con que están siendo tratados los autores de estos alevosos acontecimientos de los “Indignados”, ha decidido salir de la clandestinidad en que se encontraba, al ser objeto de una orden de detención emitida desde España.
Pues bien, el ruido de las sirenas de los automóviles de los gendarmes franceses alertó a más de un centenar de abertzales previamente avisados que residen en la zona, haciendo abortar en tumulto y por las bravas la expresada operación policial. Vamos, que incluso se evadió ante las mismísimas narices de las fuerzas del orden del país vecino.
Y, ahí queda eso;… la han dado por prófuga, ¿y qué?
El resto de la sociedad cívica debemos estar preparados para sufrir, en un futuro no muy lejano, desmanes como estos que describo, y mucho peores. No tardará demasiado en que comisarías, juzgados, cárceles, acuartelamientos, etc. etc., sean objeto también de estos delictivos asaltos por turbas de enfurecidos terroristas y delincuentes desenfrenados, en cuanto se les antoje poner en fuga a presos criminales y afines a sus ‘sagrados ideales’.
Todo esto se podría haber evitado sin grandes efectos secundarios si desde el primer momento se hubiesen atajado estos empáticos movimientos de muchedumbre exaltada. Ahora, ya, es imposible, pues, de llevar a cabo cualquier tipo de actuación disuasoria, las calles y plazas de todo el mundo correrían el inminente riesgo de convertirse en un mar de sangre y desolación.
1 comentario:
Hombre Emilio, mezclar churras con merinas no es aconsejable...donde se ponga un buen queso de oveja "payoya" que se quiten los demás. Ahora sin broma...no veo justo mezclar al movimiento M-15 con los hechos que comentas. No tienen nada que ver.
Abrazos.
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