ASOCIACIÓN GASTRONÓMICA DE EL BOSQUE

COMIDA EN LOS CAÑITOS. Septiembre, 2010.

Sin duda, quien mejor parado sale de cualquier celebración: bautizos, bodas, comuniones, picnic, ágapes…, es el estómago.
En todas las fiestas el invitado de honor es, por excelencia, ése cómodo morcón, siempre agasajado por la mayoría, con las mejores viandas.
Ya sean niños, jóvenes, maduros o ancianos, todos lo colman con su mejor sustento.

¿Se imaginan una fiesta abstemia y de vigilia, a base de Lanjarón y batidos, sin vino y sin jamón; sin gambas, langostinos, almejas, robaballo, chuletas de cordero, ternera a la Argentina, caña de lomo, chorizo de Cantimpalo, ensaladas mixtas; exquisiteces aladas, como el pato a la naranja, los zorzales a la plancha, perdices a la bosqueña; tierno cochinillo asado, bacalao al pim-pim?... El tubo estomacal se aburriría tanto que, por empatía, contagiaría al resto del organismo, y, por añadidura, a la mente y el festín se traduciría en un Concilio Vaticano, sin cante jondo ni gitano, y acabarían los comparecientes en vez de cómo invitados, cual doloridos pacientes, bandería de amargados, y, sino cunde el enfado, como El Divino Impaciente.

Pues nada más lejos de la quimera expresada. Henos aquí, paciendo, y hasta durmiendo hay alguno, como animales que somos. Animales de costumbres, más o menos racionales; y no por lo de las raciones, pues, ahí, perdemos el raciocinio; es porque no nos racionamos, y nos volvemos orondos y redondos, con la papa; y, con el vino, cachondos.



¡Y todo por culpa del condenado ESTÓMAGO omnívoro, beodo, irredento, insaciable y consentido, que tenemos!

<div> <img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 488px; DISPLAY: block; HEIGHT: 372px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5522416795691777698" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcXKRPzvpKWLYgfAtw5WbZoEd6q0duHoBUIIwEBcpIelzLGamyPCIryYIsTV4yJMLHGZN7JgJmcRhNeINXmYzMdoY_qhkjoNFElGozTvdDQpjEgsav_OKcTF7GTEQZPWMACiWVB2GflA/s400/P9240044.JPG" /> <div><span style="font-size:180%;"><span style="font-size:100%;color:#009900;"><em><strong>COMIDA EN LOS CAÑITOS. Septiembre, 2010.</strong></em></span> </span> Sin duda, quien mejor parado sale de cualquier celebración: bautizos, bodas, comuniones, picnic, ágapes…, es el estómago. En todas las fiestas el invitado de honor es, por excelencia, ése cómodo morcón, siempre agasajado por la mayoría, con las mejores viandas. Ya sean niños, jóvenes, maduros o ancianos, todos lo colman con su mejor sustento. </div> <div><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 300px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5522417177939183186" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdWSKbPMChKrafWZviVQYwOqhL-XEAjmEMaYRtSwuBDqGWX_pmsQbDiPI7J1Inu66L80qkisxES7WyiBGxEYXERFOntbkxT3hr2TaofKs99J-HO4TJ_VbN-ytIwmAaLUtg1MXnmj8bQg/s400/P9240057.JPG" /> ¿Se imaginan una fiesta abstemia y de vigilia, a base de Lanjarón y batidos, sin vino y sin jamón; sin gambas, langostinos, almejas, robaballo, chuletas de cordero, ternera a la Argentina, caña de lomo, chorizo de Cantimpalo, ensaladas mixtas; exquisiteces aladas, como el pato a la naranja, los zorzales a la plancha, perdices a la bosqueña; tierno cochinillo asado, bacalao al pim-pim?... El tubo estomacal se aburriría tanto que, por empatía, contagiaría al resto del organismo, y, por añadidura, a la mente y el festín se traduciría en un Concilio Vaticano, sin cante jondo ni gitano, y acabarían los comparecientes en vez de cómo invitados, cual doloridos pacientes, bandería de amargados, y, sino cunde el enfado, como El Divino Impaciente. Pues nada más lejos de la quimera expresada. Henos aquí, paciendo, y hasta durmiendo hay alguno, como animales que somos. Animales de costumbres, más o menos racionales; y no por lo de las raciones, pues, ahí, perdemos el raciocinio; es porque no nos racionamos, y nos volvemos orondos y redondos, con la papa; y, con el vino, cachondos. ¡Y todo por culpa del condenado ESTÓMAGO omnívoro, beodo, irredento, insaciable y consentido, que tenemos! POSDATA: En una fiesta andaluza debe abundar la alegría, el buen vino de Jerez, los cantes por Bulería… Y todo sin escasez. </div> <div>E.V.S. </div></div>
POSDATA: En una fiesta andaluza debe abundar la alegría, Rioja y vino de Jerez, los cantes por Bulería… Y todo sin escasez.

E.V.S.

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