Conociendo algunos datos sobre los ingentes sueldos y gastos que dilapidan nuestros políticos, se comprende mejor la naturaleza descomunal de la crisis que atenaza a los españoles de a pie; pues, tras la reveladora exposición sobre el gasto de éstos que, a continuación, traslado a la presente página, el lector, como yo cuando tuve conocimiento del caso, quedará patidifuso cuando lo lea.
Igualmente, los usureros más boyantes de nuestro segmento bancario, le van a la saga, en cuanto a retribuciones y sueldos millonarios se refiere. Aunque éstos últimos se atribuyen el mérito de lograrlo y ganarlo con el sudor de su frente, y soslayando los riesgos que conlleva arañarlos en el difícil mercado que comportan las compañías y negocios privados.
Mas, tanto unos como otros, se sustentan de las sumisas masas sociales, con dudosos métodos que se alejan bastante de la honestidad y la justedad. Lo cual convierte, como reza el tópico, ‘al rico en más rico y al pobre en más pobre.’
Yo no soy ningún eremita ni alguien que renuncie a la calidad de vida y el bienestar que disfrutan, desde la clase media hacia arriba, en nuestra sociedad occidental. Ojala y todos pudiéramos gozar de tales privilegios. Tampoco soy envidioso, ni nada que se le parezca. Pero no alcanzo a comprender la práctica de ese codicioso afán que ejercen quienes alcanzan la dorada cima del dinero y del poder, consistente en la perversa adicción de amasar más y más millones, y blindarse de platino un futuro que, al final de cuentas, acaba en la misma estación que el más menesteroso. Ni todos los millones del mundo pueden comprar un exiguo segundo más de existencia de la que nos tiene reservada nuestro mortal destino.
Pongamos como ejemplo a tres personajes de nuestra actualidad, como son el ex presidente Aznar, político para grandes multitudes, paradigmático y honesto, y se granjea una retribución anual, por los conceptos que a continuación se presentan, de DOSCIENTOS VEINTE MIL EUROS, (220.000).
Chaves, Manuel Chaves, ex presidente de la comunidad andaluza, por sus proclamas sociales, lo teníamos como un político de gran vocación, adusto, libre de las tentaciones avariciosas en que incurren otros políticos, y comprometido con la mejora del bienestar social andaluz; en fin, un político ejemplar, también. ¿Pues, saben a qué precio? A razón de 127.155 euros al año.
De otro lado, el consejero delegado del BBVA, se adjudica una prejubilación, a los 55 años de edad, de, asómbrense, TRES MILLONES DE EUROS ANUALES.
¿Para que quieren tanto dinero? ¿No les espina percibir esas cantidades astronómicas, mientras, en su propio país, hay millones de familias y criaturas que se apañan con un miserable subsidio de 426 euros mensuales?
Y los políticos. Se entiende que esta es una profesión puramente vocacional. Luego, si es así, ¿Cómo se permiten percibir esos emolumentos tan enormes? Si, como entendemos, ejercen por vocación, entonces, si en su anterior puesto de trabajo ganaban, un suponer, un digno salario mensual de dos mil quinientos euros, ¿por qué no se conforman con la misma cantidad, dietas y demás gastos apartes, si encima su trabajo constituye todo un hobby? Osea, que disfrutan como gorilas en los escaños, y encima, esquilman las arcas del Tesoro Nacional, dejando la calderilla para las ciudadanía de a pie.
Yo pienso, ante los datos que cada día se desprenden de los medios, en este sentido, que el objetivo de los políticos, lejos de ayudarnos, es enriquecerse.
Para mayor ejemplo, las estafas y robos que últimamente han protagonizado unos y otros, con el único fin de aumentar de forma delictiva, su escatológico patrimonio.
Total, aguanten la respiración, y participen de esta desconcertante información. Te invito a darle al play de los siguientes videos adjuntos; no tienen desperdicio...
Pincha en el play y podrás ver los videos...
Igualmente, los usureros más boyantes de nuestro segmento bancario, le van a la saga, en cuanto a retribuciones y sueldos millonarios se refiere. Aunque éstos últimos se atribuyen el mérito de lograrlo y ganarlo con el sudor de su frente, y soslayando los riesgos que conlleva arañarlos en el difícil mercado que comportan las compañías y negocios privados.
Mas, tanto unos como otros, se sustentan de las sumisas masas sociales, con dudosos métodos que se alejan bastante de la honestidad y la justedad. Lo cual convierte, como reza el tópico, ‘al rico en más rico y al pobre en más pobre.’
Yo no soy ningún eremita ni alguien que renuncie a la calidad de vida y el bienestar que disfrutan, desde la clase media hacia arriba, en nuestra sociedad occidental. Ojala y todos pudiéramos gozar de tales privilegios. Tampoco soy envidioso, ni nada que se le parezca. Pero no alcanzo a comprender la práctica de ese codicioso afán que ejercen quienes alcanzan la dorada cima del dinero y del poder, consistente en la perversa adicción de amasar más y más millones, y blindarse de platino un futuro que, al final de cuentas, acaba en la misma estación que el más menesteroso. Ni todos los millones del mundo pueden comprar un exiguo segundo más de existencia de la que nos tiene reservada nuestro mortal destino.
Pongamos como ejemplo a tres personajes de nuestra actualidad, como son el ex presidente Aznar, político para grandes multitudes, paradigmático y honesto, y se granjea una retribución anual, por los conceptos que a continuación se presentan, de DOSCIENTOS VEINTE MIL EUROS, (220.000).
Chaves, Manuel Chaves, ex presidente de la comunidad andaluza, por sus proclamas sociales, lo teníamos como un político de gran vocación, adusto, libre de las tentaciones avariciosas en que incurren otros políticos, y comprometido con la mejora del bienestar social andaluz; en fin, un político ejemplar, también. ¿Pues, saben a qué precio? A razón de 127.155 euros al año.
De otro lado, el consejero delegado del BBVA, se adjudica una prejubilación, a los 55 años de edad, de, asómbrense, TRES MILLONES DE EUROS ANUALES.
¿Para que quieren tanto dinero? ¿No les espina percibir esas cantidades astronómicas, mientras, en su propio país, hay millones de familias y criaturas que se apañan con un miserable subsidio de 426 euros mensuales?
Y los políticos. Se entiende que esta es una profesión puramente vocacional. Luego, si es así, ¿Cómo se permiten percibir esos emolumentos tan enormes? Si, como entendemos, ejercen por vocación, entonces, si en su anterior puesto de trabajo ganaban, un suponer, un digno salario mensual de dos mil quinientos euros, ¿por qué no se conforman con la misma cantidad, dietas y demás gastos apartes, si encima su trabajo constituye todo un hobby? Osea, que disfrutan como gorilas en los escaños, y encima, esquilman las arcas del Tesoro Nacional, dejando la calderilla para las ciudadanía de a pie.
Yo pienso, ante los datos que cada día se desprenden de los medios, en este sentido, que el objetivo de los políticos, lejos de ayudarnos, es enriquecerse.
Para mayor ejemplo, las estafas y robos que últimamente han protagonizado unos y otros, con el único fin de aumentar de forma delictiva, su escatológico patrimonio.
Total, aguanten la respiración, y participen de esta desconcertante información. Te invito a darle al play de los siguientes videos adjuntos; no tienen desperdicio...
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