Las madres de estos pequeños
felicitan a María,
su abnegada profesora,
de la cual es la autoría
de que todos sus alumnos
desborden tanta alegría.
Su extraordinaria labor
y entrega de cada día,
más que al deber se parece
mucho a la filantropía:
les enseña, les protege,
les cuida con simpatía;
y hasta en tareas de su higiene
se emplea con adestría.
Parece una nadería,
pero, hasta nosotras mismas,
ellos nos llaman María.
Nunca ejerció una maestra
con tan profusa maestría;
ni como ella ejerció
nadie la pedagogía.
E.V.S.
felicitan a María,
su abnegada profesora,
de la cual es la autoría
de que todos sus alumnos
desborden tanta alegría.
Su extraordinaria labor
y entrega de cada día,
más que al deber se parece
mucho a la filantropía:
les enseña, les protege,
les cuida con simpatía;
y hasta en tareas de su higiene
se emplea con adestría.
Parece una nadería,
pero, hasta nosotras mismas,
ellos nos llaman María.
Nunca ejerció una maestra
con tan profusa maestría;
ni como ella ejerció
nadie la pedagogía.
E.V.S.
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