Doña Ana es la profesora
de este infantil alumnado,
alumnado que la adora
porque ella se ha granjeado
su inocente voluntad,
dedicando el curso entero
a emplearse con esmero
en cualquier actividad
con métodos apropiados
a la edad de los menores;
y así están de preparados
todos, ¡como los mejores!
Y ya como colofón,
un hurra a una enseñadora
que ni de su corazón
se ha sentido acreedora
por repartirlo a cachitos
con todas sus pequeñitas
y todos sus pequeñitos.
¡Muchas gracias, señorita!
de este infantil alumnado,
alumnado que la adora
porque ella se ha granjeado
su inocente voluntad,
dedicando el curso entero
a emplearse con esmero
en cualquier actividad
con métodos apropiados
a la edad de los menores;
y así están de preparados
todos, ¡como los mejores!
Y ya como colofón,
un hurra a una enseñadora
que ni de su corazón
se ha sentido acreedora
por repartirlo a cachitos
con todas sus pequeñitas
y todos sus pequeñitos.
¡Muchas gracias, señorita!
Emilio Vázquez Sarmiento
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