De nuevo mis nietas impulsan mis deseos de contactar con la Naturaleza y acordamos unirnos a una bonita excursión que recorre pagos muy sugerentes del Albarracín para hacerlo en la grata compañía de sus componentes.
En esta ocasión hube de cargar sobre mis omóplatos durante casi todo el montaraz camino a mi adorable Alejandra quien, merced a su corta edad (3 añitos) y la falta de costumbre, se cansaba a menudo. De todas formas se comportó como una campeona. Ella y su hermana Aitana y su prima Carolina. Claro que, el grueso del grupo no tuvo más remedio que distanciarse porque nosotros evolucionábamos lentamente y nos tomaron buena ventaja. Pero, sólo mi hija Ana, Alex, otra señora con su hija y yo quedábamos atrás, mis otras nietas no se separaron de dicho grupo en ningún momento.
Entre tramo y tramo hacían una pausa que propiciaba Pepe Juárez para, con su virtuosismo didáctico, emplearse en exégesis sobre la Naturaleza dirigidas al grupo, que las recibía con aplicada curiosidad y entusiasmo:
“El humus es la sustancia compuesta por productos orgánicos, de naturaleza coloidal, que proviene de la descomposición de los restos orgánicos…”
“La categoría biológica del humedal comprende zonas de propiedades biológicas diversas: bañados, ciénagas, esteros, marismas, pantanos, turberas”…
“Cada centímetro de altura que, a partir de ahora, tome el pantano del Guadalcacín, supone una aportación de millones de litros en el recipiente del lago…”
En este caso se refería a los ‘perezosos’ del Albarracín y a los pantanos que se columbran desde Las Lomas; alecciones que nos posibilitaba alcanzar y reunirnos con el grupo en cada parada a los rezagados.
Me recordaban las sesiones didácticas que el esciente profesor Juárez impartía bajo los árboles, las clases peripatéticas del celebérrimo sabio de la Antigua Grecia, Aristóteles, que le dio su acrónimo (peripatético) a este modo de enseñar.
Regresamos, mis nietas, mi hija y yo, cansados, pero muy satisfechos del inolvidable e ilustrativo paseo, que no dudaremos en repetir la próxima vez por nuevos senderos del Albarracín.
E.V.S.
2 comentarios:
Querido amigo, cuánto daría por poder disfrutar algún día de la felicidad que tú disfrutas con tus nietos. Te admiro, querido Emi...
Un abrazo.
Envidio querido Emilio tu felicidad que compartes con tus nietas.
Abrazos
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