L A T E R C E R A G U E R R A M U N D I A L

Por primera vez a todo lo largo de su compleja y cuestionable vida de preboste político, estoy de acuerdo en algo con Hugo Chávez, ése polémico presidente de la hermosísima Venezuela, cuando expresa con toda su primitiva franqueza sus particulares impresiones sobre el estado en que se encuentra, tras las recientes revueltas de la infausta Libia, su presidente-dictador (o al revés) el coronel Muammar al- Gadafi.
“Yo no soy un traidor (o algo así manifiesta Chávez) para posicionarme de súbito en contra de quien, hasta hace escasas fechas hemos considerado la inmensa mayoría de Jefes de Estado y Presidentes de Gobierno, entre los que me incluyo, en admirado amigo”…

Si tanto le odiamos y denostamos ahora, ¿cómo era tan amado en ése pasado tan reciente? ¿Porque era su país acreedor de un importante porcentaje de crudo del que se consume en el mundo, del cual se beneficiaban los más incondicionales ‘amigos’ que, por permitirle, le permitían hasta la instalación de jaimas en los cenadores de los jardines más exuberantes de los mejores palacios de las capitales del Reino o Nación correspondiente, donde solía residir con toda su cohorte, rodeado por un séquito de autoridades y cicerones, y obsequiado con las más ricas ofrendas materiales durante sus celebérrimas y pomposas visitas a los países afortunados que, escrupulosamente, elegía tras sendas invitaciones de las más altas instancias de los altos mandatarios del territorio visitado?... No es natural que tanto afecto y cariño se diluya de pronto promovido por unas revueltas de rebeldes, (cuyos fines ignoramos) no se sabe quienes, cómo, ni con qué sospechoso objetivo.
Ojala y las intervenciones que se pretenden llevar a cabo acaben llenas de acierto y den resultados positivos y no sea que resulte el remedio peor que la enfermedad; pues, hasta la fecha han estado los súbditos de esos países árabes, aunque de forma espartana, hábilmente controlados, sin necesidad de derramamientos de sangre, y con un estado de bienestar más o menos aceptable, de acuerdo con sus costumbres, su riqueza y su idiosincrasia. Mas, ¡ay! de Occidente, de Israel y, sobre todo, de nosotros los pasivos españoles, si todo degenera en un acérrimo Fundamentalismo Islámico tras la victoria de los insumisos, si continua, como pienso, extendiéndose el fenómeno bélico por todo el Magreb. Los primeros en padecerlo seremos sus vecinos españoles; sobre todo, el sur; más exactamente, Ceuta y Melilla, codiciadas plazas que están en el punto de mira de casi todo Marruecos, aprovechando cualquier pretexto para ser ocupadas, como se ha demostrado en varias ocasiones recientemente, recuérdese (La Marcha Verde). Y ya dice el adagio que, “ A río revuelto”…
Dicho esto, roguemos a los más de SEIS MILLONES de dioses que se veneran en el planeta Tierra, que al menos permanezca incólume el rey de Marruecos.
Aunque, también podría ocurrir que Gadafi saliese triunfador en esta contienda. ¿Qué pasará entonces con las confiscaciones de cuentas bancarias y terrenos que se han llevado a cabo en España y otros países?
No debemos montarnos en el helicoptero tan rápidamente. Antes hay que saber observar con perspicacia estos juegos de intereses que, sólo son eso: interesados juegos en los que los apostadores, indecisos y aprovechados, apuestan por lo que consideran más interesante para sus particulares beneficios. Y, como en el juego de azar, a veces se equivocan y lo pierden todo. Algunos, muchos, han perdido hasta la propia vida colgados en los servicios de Montecarlo.
Buena parte de la culpa por tanta desinformación, la tienen, paradójicamente, los medios de comunicación que, por vender, venden hasta su propia entidad, con tal de obtener pingües beneficios al precio que sea, aunque para ello tengan que recurrir a publicar artículos entre hipérboles confusas que poco se ajustan a la realidad, lo cual obliga a la sociedad a posicionarse de un lado que, en no pocas ocasiones, no resulta la decisión más adecuada. De cualquier forma, los Gobiernos, desorientados ante el sorprendente Alzamiento, se consideran en el deber tomar una rápida decisión cuyas consecuencias podrían resultar desastrosas. En el caso que nos ocupa, ya están las flotas estadounidenses merodeando por el Mediterráneo, armadas hasta los dientes de artillería antiaérea, aviones de combate, etc. etc.
Creed que, todo este maremagnum puede representar el comienzo de una Tercera y última Guerra Mundial, de la que están ávidos docenas de países a quienes poco les importa, o nada, las terribles consecuencias que con ello pueden ocasionar al Planeta Azul.

3 comentarios:

Flamenco Rojo dijo...

Libia es un pozo de petróleo, tiene unas reservas inmensas, un buen bocado para los que como en Irak, esperan sacar beneficios de sus materias primas. Es preocupante y no descartable que hayan sido los “mercados financieros” el FMI y los imperialistas los que hayan puesto sus ojos en el botín de Libia, el tiempo lo dirá…hoy las guerras vienes por las materias primas, véase Irak, Afganistán, Colombia, Venezuela…

Pero no es menos cierto que Gadafi, el amigo de Occidente, el que regaló un caballo blanco al neocon Ansar, el colega de Blair, es el mismo Gadafi que traicionó su revolución socialista, para hacerla verde integrista y asesinó para ello a miles de libios socialistas con la bendición del embajador británico Layden en 2004…

La caída de tiranos es muy deseable, porque representan la perversión de ese funesto concepto e ideal que es la libertad...Cualquier revolución, alzamiento o rebelión del pueblo, lo único que hace es devolver al camino lo que gentuza como Gadafi abandonaron y acercar al pueblo a la senda del socialismo.

Abrazos.

malditasguerras dijo...

Me pregunto donde están los zejateros del NO A LA GUERRA. Me acuerdo de como en la guerra de Irak, salieron todos los socialistas pidiendo el No a la intervención para derrocar al dictador Gadafi, perdón Sadam Hussein. Ahora dice la Menestra de Defensa que España está preparada para intervenir en Libia, bajo petición de la ONU o de la OTAN. Y donde están los titiriteros ahora?, pues renegando de su líder zapateril y camino de Gaza en la flotilla humanitaria.
Qué diferencia hay entre Irak y Libia?, ninguna, pero ahora los socialistas son los que están en el poder, y tienen que hacer lo mismo que hizo Ansar en su momento, estar con los aliados y entrar para apoderarse del petróleo. Esta es la realidad: fea, cruel, pero la cruda realidad.
Para terminar me permito disentir de Flamenco Rojo, Por qué hay que acercar al pueblo a la senda del socialismo?, no sería mejor acercarlo a la senda de la democracia y que ellos elijan?.

P. d : Este no es Ansar………

Flamenco Rojo dijo...

Para Malditasguerras…Yo también pertenezco a la plataforma de NO A LAS GUERRAS como supongo que pertenece quien se identifica como Malditasguerras (no se puede tener mejor avatar).

Estoy, en la medida que puedo, contra la guerra interna en Libia, deseo la paz inmediata y el respeto pleno a la vida y los derechos de todos los ciudadanos, sin intervención extranjera, que solo serviría a la prolongación del conflicto y a los intereses de la OTAN.

Y por último diré que, socialismo y democracia representan para este Flamenco Rojo la síntesis de un camino hacia la transformación política, económica, social y cultural inspirada en los principios de dignidad, justicia, libertad, equidad y solidaridad.

Salud, Socialismo y República.