Jornada de la Asociación Gastronómica en la picassiana ciudad de Málaga...
E L T I N T E R O
La Asociación Gastronómica de la Villa de El Bosque, decidió desplazarse hasta Málaga, capital, para celebrar su comida trimestral.
Se eligió como destino un inmenso comedor situado a la orilla del Mediterráneo, llamado ‘El Tintero’.
Dicho bar se caracteriza por la singularidad del servicio, pues, los camareros, bandeja en alto y voz en grito, se mueven recorriendo todo el comedor, unos perimetralmente y otros por el centro, pregonando y acercando a la clientela comensal los variados platos que, eligen, en función de gustos o apetencias, los asombrados clientes.
Generalmente se come a base de raciones de todo tipo de pescado, aunque se despachan comidas más convencionales.
Cada plato, según su capacidad, tiene un precio, así, pues, a la hora de cobrar, los camareros dedicados a dicho menester, quienes, igual que el resto de sus compañeros, giran en torno a las mesas, sólo que, estos, vociferan con más pasión: ‘¡Yo cooobrooo, yo cooobrooo!.’ Al emplearse en la operación, el acreedor calcula la deuda contando los distintos platos consumidos, acción que realiza a una velocidad supersónica.
Total, que nadie queda indiferente ante tal espectáculo culinario. Y, casi todos vuelven. Por lo cual tienen garantizada una clientela diaria, que yo calculo en 1.500 personas.
El viaje resultó muy agradable: El autobús era nuevo y confortable, y el conductor un profesional como la copa de un pino.
Desayunamos en un restorán de Campillos, y, al regreso, tomamos café en otro de Algodonales. Que, por cierto, me pareció pelín caro, pues, a 1,20 el café, servido al ‘por mayor’, y en estado de crisis… Así se lo hice saber al responsable, participándole que enfrente los despachaban a un euro. No hubo clemencia ni rebaja y apoquinamos con desazón.
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