I N D E P E N D E N C I A

En breve se pretende acometer en nuestra Villa de El Bosque la preparación de un peculiar espectáculo que podría resultar muy exitoso a juzgar por los indicios preliminares que ya conozco.
Se trata de conmemorar el Bicentenario de la Guerra de la Independencia con las heroicas repercusiones que incidieron en nuestra pequeña patria bosqueña.
Entonces, coincidiendo con la visita que el viejo amigo, Coronel Manso, le hace a El Bosque, le comento el acontecimiento con la euforia que, en mi caso, como en el de cualquier paisano que se precie en considerarse bosqueño le despierta, saliendo Manso contagiado, también, de la misma, mostrándolo en mi Blog de la mejor manera que, como buen escritor que es, conoce: glosándolo.
Y esta es su estupenda aportación:
e.v.s.
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El heroísmo de El Bosque

Y ahora haré una meditación narrativa, contada en primera persona, de los acontecimientos bélicos ocurridos en 1810 durante la guerra de la Independencia, narrando unos hechos de patriotismo, valor y responsabilidad protagonizados por unos sencillos vecinos de El Bosque que fueron los primeros en la Serranía en erigirse en valientes guerrilleros, cuya guerra de guerrillas trajo en jaque a las fuerzas napoleónicas. Un largo período histórico que pone a todo el pueblo español en marcha, y el ímpetu de la raza hispana alcanza extremos verdaderamente inusitados y los vecinos de la Villa hicieron honor, que duda cabe, a tan patriota hazaña. Sus sentimientos se transformaron aceleradamente mezclando en su metamorfosis el agravio sufrido por España durante la invasión de las tropas de Napoleón, que además realizan la desconcertante y sangrienta represión con el pueblo español que no se somete a su poder, y en esta ocasión los hombres son la fuerza y la ambición; las mujeres la estabilidad y el arraigo; ellos son luchadores incansables por su tierra, que triunfan por su propio esfuerzo en los confusos días que vive España: invadida, sin rey, sin gobierno…, contra aquel poderoso ejército que marcha sobre territorio español llegando hasta Andalucía, y el orgullo de aquéllos mariscales franceses no les dejaba darse cuenta que los españoles iban a ser duros luchadores por su independencia con la seguridad de vencer con su propio esfuerzo a los franceses, y así fue como ocurrió.
Aquellas sencillas mujeres bosqueñas junto a su mesa camilla, al suave calor del brasero, se dejan arrastrar por la pasión que les arrebata aquellas horas de muerte originadas por el ejército napoleónico, y animan a sus esposos e hijos mayores a la lucha sin cuartel, y lo hacen con la mente fría pero con el corazón apretado y lágrimas en sus ojos de esposas y madres, y así los bosqueños, aquellos braceros sin tierras, conscientes de su fuerza, no reparan en el poder de aquel ejército bien organizado y equipado, que con sus botas habían pisado todas las tierras de Europa, con victoria tras victoria, consiguiendo desarticular las columnas francesas, y así los bosqueños se convierten sin ostentación, en ejemplo y referencia en la provincia de Cádiz, por su coraje y responsabilidad y por ser fieles a sus principios.
Fue una hora de vitalidad el momento histórico que se vivió, y hoy la tradición de nuestra querida Villa nos obliga moralmente a alzar la voz con el único fin de rendir un emocionado homenaje a la historia de El Bosque, cuyos vecinos demostraron integridad moral, amor a su tierra y valentía.
LUIS MANSO LOPEZ-MARIZATT
Coronel de Infantería
Director del Aula Militar de Cultura

1 comentario:

ARO dijo...

Buena aportación del coronel, bravo por él.